1. En una sala con
iluminación normal, solicite al paciente que fije en un punto
u objetivo lejano.
2. Sentado al lado
del paciente, mueva un objeto/blanco hacia la línea de
visión cercana (el dedo pulgar del paciente es un excelente
blanco para cerca, que provee claves tanto propioceptivas como
visuales para asegurar los esfuerzos de cerca adecuados. No
debe utilizarse para este test una fuente
luminosa.
3. Solicite al
paciente que cambie la fijación hacia el blanco/ punto
cercano. Si se usa el dedo pulgar del paciente el médico lo
sostiene y lo mueve, pidiéndole al paciente que lo siga
atentamente.
4. Observe los
reflejos pupilares cuando el paciente cambia la fijación al
punto cercano. Las pupilas normales se contraen al mirar un
punto u objetivo cercano.
5. Repita los pasos
1 – 4 varias veces.
6. Registre la
reacción cercana en términos de intensidad/vivacidad de
la respuesta, graduándola de 0, que corresponde a ausencia de
respuesta, a 4+, para una respuesta
viva/vivaz/intensa.