1. Encuentre el disco óptico siguiendo
los vasos sanguíneos retinales. La flechas formadas por las
bifurcaciones vasculares señalan hacia el nervio óptico.
Dependiendo de la refracción del paciente, la totalidad del
disco o sólo una parte del mismo será visto de una sola
mirada.
2. Examine la retina peripapilar. Use un
filtro libre de rojo para examinar defectos en la capa de fibras
nerviosa arcuata que ocurre en el glaucoma y otras neuropatías
ópticas.
3. Desde el disco óptico, siga los
vasos sanguíneos hacia afuera para examinar las áreas
superonasal (1), inferonasal (2), inferotemporal (3) y
superotemporal alrededor del polo posterior. Registre el color,
bifurcaciones, calibre y cruces vasculares del fondo
circundante.
4. Use el filtro libre de rojo para resaltar
los cambios refractivos de las paredes vasculares producidos por la
arterioesclerosis, especialmente en los puntos de compresión
arteriovenosa.
5. Examine la mácula en busca de
irregularidades. Use la hendidura para detectar distorsiones de la
superficie retinal. Diferencias de nivel pueden verse mediante un
borroneamiento de una porción de la línea de luz. Sin
estereopsis, estimar la convexidad o concavidad de una
lesión del fondo con el haz en hendidura
del oftalmoscopio directo monocular puede ser
difícil.
6. Si se sospechan anormalidades del
epitelio pigmentario o de la coroides, dirija el oftalmoscopio
adyacente al detalle del fondo que se quiere estudiar. Permita
iluminación proximal para ayudar a distinguir entre lesiones
translucentes y opacas.
7. Calcule la altura de una
lesión elevada ( por ejemplo un tumor coroideo o edema de
papila) usando el disco de enfoque.
a. Primero haga foco sobre la retina plana, luego
reenfoque sobre la superficie de la
lesión.
b. Sustraiga los dos valores dióptricos para
deducir la diferencia en el nivel de las lesiones ( en un paciente
fáquico o seudofáquico, 3 dioptrías = 1 mm
)