1. Aplicar gotas anestésicas
tópicas en el ojo afectado.
2. Mientras se sostiene separados los
párpados superior e inferior con el índice y el pulgar,
remover el cuerpo extraño que esté suelto y no esté
enclavado, realizando los pasos siguientes:
a. Barrer la superficie corneal con un
hisopo humedecido con solución fisiológica o alguna gota
oftalmológica.
b. Realizar lavado con solución
salina, inspeccionar la córnea periódicamente, hasta que
el cuerpo extraño no se vea más.
3. Remover el cuerpo firmemente enclavado en
córnea cuidadosamente con una aguja N° 27 con la mano o
con una jeringa de tuberculina con magnificación con
lámpara de hendidura. Utilizar un movimiento ligero evitando
enclavar más el cuerpo extraño o insertar la aguja
más profundamente de lo necesario.
4. Si queda un anillo de óxido, hay que
tratar de curetear con la aguja o utilizar una fresa. No es
necesario eliminar todo el óxido. Es mejor dejar un
pequeño anillo de óxido en el eje visual que correr el
riesgo de dejar una cicatriz densa luego de
removerlo.
5. Tratar la abrasión resultante de la
extracción del cuerpo extraño como una ulcera de
córnea.